LA FIESTA DE PENTECOSTÉS
Pentecostés significa “cincuenta días después de Pascua de Resurrección”.
Pentecostés es la fiesta del Espíritu Santo que nos da Cristo Resucitado. El mismo día de la Resurrección, Jesús sopla sobre sus discípulos y les dice: “Reciban el Espíritu Santo. Es el Espíritu del Señor que Él dejó y que funda la Iglesia, la renueva y santifica, anima a los cristianos y los fortalece.
El Espíritu Santo hace presente en cada tiempo y lugar la revelación que trajo Cristo para toda la humanidad y la hace eficaz en cada uno de nosotros.
El Espíritu Santo es el agente principal de nuestra acción y de nuestra oración.
El Espíritu Santo transforma nuestros corazones, nos da fuerza para ejercer la caridad según el corazón de Cristo y nos permite ser verdaderos hijos de Dios.
El Espíritu Santo siempre está y estará presente en la Iglesia inspirando a sus hijos, fortaleciendo y animando a los hombres y mujeres.
El Espíritu Santo habita en la Iglesia, la santifica, le da vida, la guía y gobierna con sus diversos dones, la rejuvenece y conduce a la unión como: “Un pueblo reunido en virtud del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”.
Por eso al prepararnos para revivir el acontecimiento de Pentecostés, fiesta con la cual culmina la cincuentena pascual, nos debemos unir espiritualmente para implorar al Espíritu Santo que siga actuando entre nosotros, renueve nuestro interior y nos impulse a ser testigos del Señor en medio de la realidad que nos toca vivir.
Les saluda cordialmente en Cristo:
Sra. Patricia Reyes Sepúlveda
Directora
Coihueco, 25 de Mayo de 2020.