“LA ESCUELA DEL AMOR ES LA FAMILIA”

 

La familia es la escuela del amor en la que todos y todas hacemos los aprendizajes fundamentales de la vida. Ella es la comunidad íntima de amor y de vida. En ella se revela la verdad última del hombre y la mujer, creados y llamados a ser imagen del Dios que es familia. “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”

            Cuando marido y mujer llegan a ser una sola carne, como es el plan de Dios, salvan sus vidas y dan testimonio del amor de Dios, salvan sus vidas y dan testimonio del amor de Dios.

            En la familia, los padres y los hijos manifiestan su ternura, aprenden a crecer en la amistad y conviven con sus cualidades, valores y diferencias. Allí se aprende a servir y ayudar a los necesitados, se abren las puertas para acoger a los que buscan bondad fortaleciendo así su capacidad solidaria cuando hay otras familias que más necesitan de su ayuda.

            Se aprende a reconocer y amar a Dios como a un Padre y a Jesús como el mayor de una multitud de hermanos, porque la fidelidad de Dios permanece por siempre y se manifiesta en todos los hombres y mujeres, es decir, en las familias que buscan la vida, que la cuidan, la alimentan y la defienden cuando se encuentra amenazada.

            Hoy sabemos que hay familias que están viviendo diversas dificultades y en cada situación o problema familiar es siempre una oportunidad de crecimiento y conversión, pidiendo a Dios su fuerza para no darse por derrotados.

            Es una necesidad fundamental rogar siempre a Dios nuestro Padre para que haga de nuestra casa un templo y nuestra mesa un altar.

            Que nuestro pan sea una ofrenda y nuestro trabajo una bendición.

            Que nuestro matrimonio sea un sacerdocio y nuestra familia una pequeña Iglesia.

           “Que la Sagrada familia nos bendiga y acompañe cada día ayudándonos a crecer en la verdad y en el amor”.

 

Coihueco, Octubre de 2020.-