En el Nuevo Testamento se funda la espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús, tiene sus raíces en la revelación divina.
Jesús se llama a Sí mismo “Manso y humilde de corazón”. Corazón traspasad por la lanza del soldado, de allí brotó sangre y agua. Ahí tenemos el punto final de la Revelación de Dios; la manifestación más clara de lo que es: Amor generoso, sacrificio, fuente de vida, aún para aquéllos que lo hieren.
La devoción al Sagrado Corazón responde a las necesidades de nuestro tiempo, porque el mundo actual, en el que ya se perfila un mundo frío, de cifras, de tecnología y un mundo preso del espíritu de injusticia y de dominación, del odio y de la violencia.
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús fue suscitada por la Providencia divina, colocando en el centro del horizonte espiritual de los cristianos, no una teoría o ideología, sino una Persona de carne y hueso, Jesucristo, con un verdadero corazón humano, sensible, compasivo, misericordioso, sin límite.
Todos estos sentimientos los experimentó el Señor a lo largo de su ministerio, superándolos por la entrega filial de sí mismo en manos de su Padre.
Sagrado Corazón de Jesús tú nos alentaste cuando repetidas veces dijiste en el Evangelio:
“Venid a Mí” “Aprended de Mí” “Pedid y llamad”
Hoy, llamamos a las puertas de tu corazón pidiendo y esperando de tu misericordia.
INVITACIÓN
Querida Comunidad Educativa:
Las especiales circunstancias que estamos viviendo, nos han obligado a vivir los distintos tiempos litúrgicos y solemnidades religiosas de modo distinto. Y ahora queremos invitarles a preparar la Fiesta del Sagrado Corazón, patrono de nuestra la Parroquia y alero de este colegio.
Con la alegría del Espíritu Santo y con la esperanza de María les queremos invitar a participar de esta Solemnidad. Para ello les instamos a que durante esta Semana cada familia lo conmemore elaborando un altar al Sagrado Corazón y lo coloque en su hogar. De esta manera estaremos unidos llamando a las puertas de su corazón pidiendo y esperando de su misericordia por y para todos.
Además, les instamos a enviar fotografías de sus altares y así publicarlos en nuestra página institucional
Sra. Patricia Reyes Sepúlveda
Directora
Coihueco, 15 de Junio de 2020
En algún momento de nuestra vida todos perdemos a algún ser querido. La pérdida de alguien cercano, como bien sabrán, siempre es un momento doloroso para la familia, pero también para las personas que la rodean.
En esos momentos, la señora Olga Saldías Jiménez, Asistente de la Educación de nuestro colegio, necesita de nuestra oración, al haber perdido a su madre, a la edad de 85 años, tras una larga enfermedad. Los funerales de la señora Flor María Jiménez Caiga Q.E.P.D., se realizaron hoy a las 10:30 horas, en el Cementerio Parroquial de Coihueco. Como comunidad nos adherimos al dolor de la familia Saldias Jiménez.
Comunidad educativa Colegio Parroquial Padre Lorenzo Mondanelli
Coihueco, 28 de mayo de 2020.
LA FIESTA DE PENTECOSTÉS
Pentecostés significa “cincuenta días después de Pascua de Resurrección”.
Pentecostés es la fiesta del Espíritu Santo que nos da Cristo Resucitado. El mismo día de la Resurrección, Jesús sopla sobre sus discípulos y les dice: “Reciban el Espíritu Santo. Es el Espíritu del Señor que Él dejó y que funda la Iglesia, la renueva y santifica, anima a los cristianos y los fortalece.
El Espíritu Santo hace presente en cada tiempo y lugar la revelación que trajo Cristo para toda la humanidad y la hace eficaz en cada uno de nosotros.
El Espíritu Santo es el agente principal de nuestra acción y de nuestra oración.
El Espíritu Santo transforma nuestros corazones, nos da fuerza para ejercer la caridad según el corazón de Cristo y nos permite ser verdaderos hijos de Dios.
El Espíritu Santo siempre está y estará presente en la Iglesia inspirando a sus hijos, fortaleciendo y animando a los hombres y mujeres.
El Espíritu Santo habita en la Iglesia, la santifica, le da vida, la guía y gobierna con sus diversos dones, la rejuvenece y conduce a la unión como: “Un pueblo reunido en virtud del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”.
Por eso al prepararnos para revivir el acontecimiento de Pentecostés, fiesta con la cual culmina la cincuentena pascual, nos debemos unir espiritualmente para implorar al Espíritu Santo que siga actuando entre nosotros, renueve nuestro interior y nos impulse a ser testigos del Señor en medio de la realidad que nos toca vivir.
Les saluda cordialmente en Cristo:
Sra. Patricia Reyes Sepúlveda
Directora
Coihueco, 25 de Mayo de 2020.